Conozca sus derechos: Viviendas de Renta y Animales de Asistencia

Los perros, los gatos y otros animales pueden ser mascotas verdaderamente maravillosas y proporcionarnos el mismo cuidado y amor que nosotros les mostramos. Sin embargo, para algunos de nosotros estos animales son más que mascotas. Por ejemplo, ellos pueden realizar tareas o proporcionar apoyo emocional para una persona con una discapacidad. En tales situaciones, el animal es un animal de asistencia, no una mascota.


Los animales de asistencia incluyen animales de servicio así como otros animales entrenados o sin entrenar que hacen trabajos, realizan tareas, proporcionan asistencia o proporcionan apoyo emocional para los individuos con discapacidades. En 2020, HUD emitió orientación (guia) para los arrendatarios, los administradores de propiedades y otros proveedores de viviendas acerca de cómo evaluar la solicitud de una persona para tener un animal como una adaptación razonable de acuerdo a la Ley de Vivienda Justa.


Las adaptaciones razonables son cambios, excepciones o ajustes a reglas, políticas, prácticas o servicios aplicados generalmente que son necesarios para permitir que los individuos con discapacidades usen y disfruten la vivienda por igual. Una solicitud para tener un animal de asistencia en un edificio que tiene una política que no permite mascotas sería una solicitud para una adaptación razonable.


Muchos de los casos que el Proyecto de Vivienda Justa de NHLA maneja tienen que ver con solicitudes de individuos con discapacidades y con frecuencia esas solicitudes son para animales de asistencia.


Un animal de servicio es cualquier perro que esté entrenado individualmente para hacer trabajo o realizar tareas para el beneficio de alguien con una discapacidad. Las personas que viven con discapacidades como ceguera o epilepsia, por ejemplo, pudieran usar animales de servicio para que realicen ciertas tareas para ellas.


Los animales de asistencia también pueden ser otros tipos de animales y no tienen que estar entrenados específicamente, siempre y cuando el animal haga trabajo, realice tareas, proporcione asistencia y/o proporcione apoyo emocional terapéutico con respecto a la discapacidad del individuo. La gente que tiene discapacidades tales como depresión o ansiedad pudieran usar animales de asistencia para proporcionar apoyo emocional para disminuir los síntomas de sus discapacidades.


La Ley de Vivienda Justa requiere que los arrendadores hagan excepciones a las reglas de mascotas para incluir a los individuos con discapacidades que necesitan animales de asistencia. Por ejemplo, los arrendadores no pueden denegar la solicitud de un individuo para un animal de asistencia alegando que tienen una política que no permiten mascotas. Los arrendadores tampoco pueden cobrar un depósito por mascota o una renta por mascota para un animal de asistencia o requerir que el animal tenga una certificación o un entrenamiento especial. Algunos arrendadores pudieran tratar de limitar la raza o el peso del animal de asistencia, tal como pedir que todos los perros pesen menos de 35 libras. Este requisito también sería ilegal.


Un arrendador pudiera prohibir un animal de asistencia particular si el animal representa una amenaza directa para la salud y la seguridad de otros residentes o del personal en el edificio. Pero el arrendador no puede tomar esa decisión basada en generalizaciones acerca de ciertas razas de perros, por ejemplo. La decisión debe basarse en el comportamiento del animal específico que usted está solicitando que se quede en su hogar.


Cuando solicite una adaptación razonable a su arrendador para tener un animal de asistencia viviendo con usted, la solicitud no tiene que ser por escrito. Sin embargo, se recomienda hacer la solicitud por escrito para que quede claro lo que usted solicitó y cuando hizo la solicitud. No tiene que usar un formulario específico que el arrendador le haya dado a usted.


Usted debe decirle a su arrendador que está pidiendo que se quede el animal debido a su discapacidad. Tendrá que explicar cómo le ayuda el animal, tal como a mejorar los síntomas de su discapacidad o a realizar ciertas tareas para usted, si su discapacidad o la necesidad relacionada con la discapacidad no es obvia o si su arrendador todavía no la conoce. Usted no necesita decirle a su arrendador su diagnóstico especifico o no tiene que proporcionar expedientes médicos detallados.


Si tiene preguntas acerca de lo que necesita decirle a su arrendador cuando solicite un animal de asistencia o si su arrendador rechazó su solicitud para que un animal de asistencia viva con usted, póngase en contacto con nosotros, (póngase en contacto con nosotros). ¡El Proyecto de Vivienda Justa está aquí para ayudar!